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Algún día centraremos el foco en la riqueza y celebraremos el Día para la erradicación del enriquecimiento elitista y la opacidad de los paraísos fiscales.

Un Litro de Luz es una alternativa de alumbrado sostenible que busca acercar una solución a la falta del servicio de electricidad y alumbrado apropiado para comunidades en situación de pobreza. La Botella Solar es un dispositivo diseñado por estudiantes del Massachusetts Institute of Technology en base a los principios de la Tecnología Adecuada. Se vale de técnicas simples y replicables para enfrentar las necesidades más básicas de comunidades en vías de desarrollo.

Es un programa inspirado por la innovación que muchas culturas han usado a través de la iluminación con el uso de botellas de vidrio y los avances que Alfredo Moser (Brasil) empezó al experimentar con botellas de plástico. Gracias a estos adelantos y el desarrollo deuna tecnología innovadora, My Shelter Foundation, inició la implementación de A Liter of Light (Un Litro de Luz) en Filipinas y consecuentemente, a nivel global.

Una necesidad concreta

El acceso a alumbrado y el alumbrado formal, representa aún un problema para muchos hogares en zonas urbano marginales y rurales. Las poblaciones en asentamientos humanos y comunidades suelen vivir a oscuras durante el día a falta de luz ambiental o solar. Esto se debe a que atraviesan una situación de pobreza o pobreza extrema que les dificulta cubrir los costos del servicio; y en muchos casos aún carecen de la posibilidad de adquirirlo por falta de cobertura eléctrica del Estado. Sabemos que aún 25.91% de los hogares peruanos carecen del mismo. Viviendas construidas con materiales inflamables, conexiones informales, e incrementos en el costo de vida, son sólo algunos de los problemas que enfrentan estas familias diariamente, complicando su proceso de desarrollo y acceso a oportunidades.

Soluciones simples y accesibles
Un Litro Luz propone una alternativa a la energía eléctrica durante el día. La propuesta promueve que los hogares en situación de pobreza accedan de manera directa a una solución que impactará positiva y sostenidamente a sus familias en diversos aspectos, así como generar una cultura de consumo responsable que optimice recursos económicos y ambientales.

La instalación de la Botella Solar es llevada a cabo por emprendedores de cada localidad, quienes son capacitados a nivel técnico y en la formalización de su pequeño negocio, generando desarrollo económico para ellos y valor compartido para las comunidades donde el Programa se trabaja. A la vez, se desarrollan jornadas de voluntariado con empresas, estudiantes y colaboradores interesados en aportar al desarrollo social del país.

Al usar una fuente de energía natural como la luz solar, los hogares y pequeños negocios pueden ahorrar gastos, reducir riesgos y beneficiarse con los efectos de recibir luz solar filtrada.

Ventajas sociales
Además de aminorar la carga económica, ampliar el acceso a alumbrado y reducir los riesgos que el alumbrado eléctrico informal acarrea, Un Litro de Luz busca empoderar a la población, instalando capacidades y generando compromisos sociales que promuevan el uso de energía sustentable, ya sea instalando la Botella Solar, tomando un rol activo en el voluntariado, o inspirando el desarrollo de ideas innovadoras que aporten al desarrollo responsable de la sociedad.

Implementación
La Botella Solar es un dispositivo hecho con envases plásticos reciclados, calaminas corrugadas, una solución de agua mineral y cloro y un sellado especial, muy hermético. Su ensamblaje e implementación son muy simples, pero requieren una capacitación técnica precisa, que además permite acercar a la comunidad en una actividad en beneficio de todos, complementándose con eventuales acciones de voluntariado.

El proceso se inicia con la detección de comunidades beneficiarias a las que se les presenta el proyecto y con quienes se decide designar a una persona para hacerse cargo de las instalaciones. Esta persona recibirá una capacitación muy detallada sobre la técnica para implementar la Botella Solar, y también sobre cómo gestionar su negocio formalmente y en base a un plan. El equipo técnico y los voluntarios de Un Litro de Luz acompañan y guían este proceso en cada uno de sus pasos.

Impacto y sostenibilidad en el tiempo
Beneficios medioambientales: Un Litro de Luz es una fuente de iluminación sostenible con cero emisiones de CO2. La reducción del consumo de energía contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, principal causa del cambio climático. Adicionalmente, la reutilización de botellas de plástico constituye una herramienta efectiva para la concientización de la población en torno al uso creativo de insumos de desecho.
El impacto ambiental puede resumirse de la siguiente forma: Si la huella de carbono que deja la fabricación de un foco es de 0,45Kg CO2, y el consumo de electricidad de un foco de 50 watts por digamos, 14 horas es de aproximadamente 0,77 Kg de CO2 por KW/h, en 30 días el consumo será de 16,17Kg de CO2 y en un año aproximadamente 200Kg de CO2. Más aún, cerca del 90% de la energía que consume un foco es emitida como calor y no como luz visible. Entonces, 400,000 Botellas Solares instaladas, multiplicadas por 55 watts, con 10 horas promedio de luz al día, son 220’000,000 de vatios verdes. La mitigación esperada es de 80’000,000 kilos de dióxido de carbono al año.

Reducción de riesgos: Los hogares que no cuentan con acceso a alumbrado normalmente utilizan iluminación artificial informal, ya sea a través de conexiones informales de electricidad, velas, lámparas de kerosene, u otros dispositivos similares que contaminan el aire dentro de la vivienda.

Adicionalmente, la iluminación precaria eleva los riesgos de accidentes, ya que aquellas familias sin acceso al servicio, atraviesan por una situación de pobreza, y los materiales de sus viviendas son altamente inflamables.
Beneficios económicos: La instalación de Un Litro de Luz para aquellas familias que usan conexiones eléctricas informales, constituye un ahorro del casi 80% de su gasto habitual en iluminación, considerando que sus viviendas son normalmente módulos de una sola habitación sin ventanas ni acceso a luz solar, por lo que necesitan tener una bombilla de luz prendida mientras están dentro. El alumbrado diurno es el que genera el mayor porcentaje de gasto en un hogar y la instalación del dispositivo reemplaza completamente el uso de una bombilla eléctrica.
Inclusión Social: Las actividades organizadas en torno al bien común dignifican la concepción social de comunidad, generando nuevos canales de comunicación y formas de relacionarnos. Generamos un espacio en el que jóvenes voluntarios aprenden de la realidad de su país, se integran a la misma y adquieren habilidades de gestión e implementación de proyectos sociales.

 

Instalar capacidades locales: Un Litro de Luz ingresa a las comunidades como un programa de formación destinado a instalar capacidades locales que alienten a las comunidades a resolver problemas cotidianos con creatividad y una visión colectiva de desarrollo. Las familias beneficiarias de las capacitaciones o implementación de los dispositivos serán las encargadas de trasladar ese conocimiento a los demás miembros de la comunidad, generando una cadena de valor compartido que gire en torno al beneficio de todos.
– Innovación para el desarrollo: La distribución desigual de la ciencia y tecnología continúa ampliando la brecha que divide los segmentos ricos y pobres y dificulta el acceso a oportunidades para aquellas poblaciones en situación de pobreza, por lo que es necesario orientar esfuerzos a desarrollar capacidades y conocimientos científico-tecnológicos que promuevan el uso creativo de nuevas tecnologías sin estigmas tradicionalistas de lo que es o no el desarrollo.
Si el acceso a alumbrado eléctrico es un signo de riqueza en nuestros días, la tarea es mostrar cómo el ahorro de energía y la utilización de dispositivos ambientalmente responsables, son un síntoma aún mayor de progreso. La base del bienestar es el conocimiento y la capacidad social de convertirlo en fuentes de desarrollo, de competitividad y equidad, a través de procesos de innovación no lineales e inclusivos.

– Replicabilidad y sostenibilidad en el tiempo: La base del programa Un Litro de Luz reposa sobre la instalación de capacidades locales y la generación de valor compartido en donde los miembros de una comunidad se apoyan solidariamente para la correcta instalación de las Botellas Solares. Cada dispositivo tiene una vida útil de 5 a 10 años. Pasado ese período, la botella puede reutilizarse renovando su contenido.
Salud: La luz natural filtrada, como en el caso de la Botella Solar, proporciona niveles más elevados de iluminación que la artificial, a la vez que introduce menos calor en la vivienda. También favorece la satisfacción de necesidades biológicas y psicológicas, tales como reforzar el sistema inmune, fijar el calcio en los huesos, esforzar menos la vista al visibilizar el entorno, y mantener una conexión con el exterior, cosa que favorece psicológicamente a quien la recibe.
– Bajo costo: La fabricación e instalación de los dispositivos no requiere una mayor inversión, ya que se elaboran usando botellas de deshecho y materiales de bajo costo y fácil acceso.

http://crea-lab.org/Un-Litro-de-Luz

Salva el Ártico

Publicado: febrero 12, 2013 en ACTIVISMO, MOVIMIENTOS SOCIALES

La pérdida del hábitat es uno de los mayores problemas para los habitantes del Ártico. ¡Juntos podemos protegerlo!

¡Salva el Ártico! Firma en www.salvaelartico.es

Tala Rasa

Publicado: diciembre 4, 2012 en ACTIVISMO, MOVIMIENTOS SOCIALES

 
Paola Obelleiro A Coruña 6 NOV 2012 – 08:03 CET

“Las raíces del problema continúan vigentes”, aseguran los ecologistas

 
Activistas de Greenpeace protestan ante un petrolero en Bilbao, el pasado domingo. Imagen facilitada por la organización ecologistas.

 

 

Responsabilidades políticas, legales y económicas inexistentes, permisividad con “chatarras” flotantes que siguen surcando los mares transportando mercancías peligrosas, seguridad marítima sin reforzar. Diez años después, “otro Prestige es posible”. A una semana de cumplirse una década de esta catástrofe ecológica y de reanudarse en A Coruña el macrojuicio por esta causa ambiental, la mayor jamás instruida en España, Greenpeace lanza esta nueva alerta con una acción protesta en el puerto de Bilbao contra un petrolero perteneciente a un entramado empresarial muy similar al Prestige y con un extenso informe sobre lo mucho que aún queda por hacer para evitar mareas negras como la que azotó 1.600 kilómetros de costa de España y Francia.

“Nuestro mejor aliado es que no se olvide lo que pasó” y poner de nuevo sobre la mesa las múltiples razones por las que podría volver a ocurrir un desastre de las enormes dimensiones del provocado por el Prestige “porque sus raíces siguen vigentes”, denunció el director en España de la asociación ecologista, Mario Rodríguez. Y en primer lugar está la nula asunción de responsabilidades. De cualquier tipo, subrayó.

 

Es el gran interrogante de la vista judicial en la Audiencia Provincial de A Coruña, tras casi 10 años de instrucción, un retraso que también pone en evidencia “la imposibilidad técnica del sistema judicial” : ¿cómo se van a depurar responsabilidades por daños que la Fiscalía cuantifica en 4.442 millones de euros si en el banquillo de acusados sólo hay dos ancianos marinos del Prestige y el exdirector general de Marina Mercante, funcionario también jubilado? “Un juicio bonsai, limitado, con muchas sillas vacias”, en palabras del escritor Manuel Rivas, integrante de la plataforma ciudadana Nunca Máis.

Para Greenpeace, el hecho de que no haya responsables por la gestión política de aquella catástrofe más allá de un exdirector general, pero ninguno de sus superiores directos, “demuestra que se priorizan los intereses personales y políticos sobre los sociales y del medio ambiente”. Y refuerza el convencimiento de las autoridades de que “se hizo todo bien”. “Ni siquiera reconocieron que hubo una marea negra, estamos como en la prehistoria”, ahondó Rivas.

Responsables impunes

Con su acción-protesta el pasado domingo en el puerto de Bilbao, Greenpeace quiso poner el dedo en una de las principales llagas del Prestige que siguen abiertas una década después: la imposibilidad de exigir responsabilidad alguna a los entramados empresariales internacionales que están detrás de muchos petroleros que navegan todos los días frente a las costas europeas con toda impunidad.

Prueba de ello, el Searacer, atracado ese día en el puerto vasco y ante el cual los activistas ecologistas desplegaron banderas con los lemas Otro Prestige es posible o Evitemos el petróleo. Ese petrolero tiene, como el viejo barco que causó la catástrofe de 2002, dueño de Liberia, armadora griega y cuenta con certificados para navegar emitidos por la estadounidense ABS. Y al igual que el Prestige, de bandera de las Bahamas, es pabellón de conveniencia, en este caso de Malta. Y su compañía aseguradora es de Bermudas.

Otro elemento fundamental que sigue pendiente, pese a haber sido una de las causas fundamentales del accidente del Prestige frente a la Costa da Morte: los viejos petroleros de casco único ahora ya no pueden atracar en puertos de la Unión Europea. Pero no están prohibidos y continúan navegando en aguas comunitarias. Siguen existiendo, denuncia Greenpeace, “enormes deficiencias de la legislación y del régimen de responsabilidades en el transporte marítimo”. Prima la protección de la industria petrolera, denuncia la entidad ecologista al reclamar cambios profundos en el régimen de responsabilidades en la seguridad marítima y protocolos claros y concisos para preservar y prevenir accidentes. El abandono del uso del petróleo por energías más eficientes es el objetivo final de la campaña de los ecologistas.

Aunque también hubo consecuencias y medidas adoptadas a raíz del Prestige, sobre todo gracias a la fuerte movilización ciudadana, “los primeros indignados”, remarcó Rodríguez. “Marcó un antes y un después en la causa ambiental”, añadió al subrayar, por ejemplo, que hubo cambios sustanciales en dotación de medios y planes de contingencias para combatir una marea negra. Pero no se hizo un gran evaluación de los impactos ambientales, en la salud y los recursos marinos provocadas por el Prestige que “permita tomar medidas adecuadas” para evitar estas catástrofes. El descenso sustancial de especies como el pulpo o el gallo en las zonas más afectadas y la desaparición de coquina en la Costa da Morte siguen en la lista de grandes asignaturas pendientes 10 años después.

 

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/05/galicia/1352147025_729347.html

15.10.2012 ·  · (Madrid)
“Atendemos a 600 familias, la mayoría españolas que pertenecieron a la clase media”

A las seis y media de la tarde se abren las puertas del local El Pato amarillo, en el barrio obrero de Orcasur, en Madrid. Y ya hay personas de diferentes nacionalidades esperan para conseguir algo de ropa o comida gratuita. Dentro están ya Pilar, Yoli, Magdalena, Domi, Eugenia, Adoración, María… todas ellas mujeres entre 40 y ochenta y tantos años. Madres, abuelas que se toman esto como un trabajo pero sin remuneración.

Hace algunas décadas que a estas madres unió un triste destino: el de drogodependencia de sus hijos a la heroína. Eran los ochenta. Eran los tiempos en los que algunos jóvenes sólo encontraban la paz con la jeringuilla. Ellas intentaban ayudarles como podían, a ellos y a otros jóvenes que iban por el mismo camino y se convirtieron en madres coraje.

“Lo primero que hicimos en el local fue ofrecer la merienda, leche con galletas y un bocadillo a los chicos que vendían kleenex en los cruces. Algunos eran nuestros hijos o conocidos, sufrimos mucho, tuvimos a algunos chavales incluso saliendo de la droga, a algunos les ofrecimos restaurar muebles… Intentábamos de todo. Ahora hemos visto que la droga se ha reactivado como fórmula para resolver problemas de ingresos…”.

Las mujeres vuelcan unas cajas con ropa que personas llevan a la asociación

Pilar, la fundadora

El alma máter de este lugar es Pilar, con 72 años. Su hijo acaba de fallecer tras pasar largos y penosos años sufriendo aquellas consecuencias. “Aquí no tenemos ninguna subvención, somos un poco “okupas” porque este local me lo cedió el sacerdote del barrio hace ahora 30 años. Aquí hubo una guardería, pero es un local que no está registrado en ningún sitio… Ahora tenemos perchas y estanterías para la ropa. Y sillas para sentarnos y poca cosa más… Me siento mal… nunca he cerrado esto, sólo este mes de  agosto porque no tenía alimentos ya para repartir, se nos habían terminado… Era la primera vez”

“Las madres del pato amarillo”, como ya se las conoce en todas partes, reparten ropa, comida y libros de texto para todas aquellas personas que lo necesitan. Parte de esta mercancía la reciben ellas de Cruz Roja y del Banco de Alimentos, “pero ya escasea todo, estamos en las últimas, el Banco de alimentos no puede darnos tanta comida, ya no tenemos pasta ni arroz, estamos bajo mínimos” cuenta Pilar. “Normalmente damos un litro de leche por familia al mes y dos paquetes de galletas. También traemos caramelos para los niños. Ahora da mucha pena decirle a cualquier mamá que viene que no tenemos leche para su bebé. Da pena por los niños pero casi dan más pena las personas mayores… Si seguimos así, sin recibir apenas nada de comida, nos planteamos cerrar…”

Empezaron siendo unas seis madres y ya son más del doble porque se les han unido muchas de sus hijas, e incluso sus nietas. Yoli es hija de Pili, Magdalena hija de Magdalena y sobrina de Concha, Domi hermana de Pilar… Cuando llegan al local lo primero que hacen es revisar la ropa que les dona la gente. Allí pasan la tarde remendando, planchando, cosiendo botones en torno a una mesa. No dejan cabo suelto. Si la ropa no está suficientemente limpia, la suben a sus casas para meterla en sus propias lavadoras. Todo con tal de que la gente que viene a pedir se lo lleve limpio y remendado, como si fuera nuevo.  “La gente cada vez tira menos cosas.Ya no se da tanta ropa, ahora se aguanta otra temporada…” lo cuenta Adoración, una abuela entrañable de 84 años que, sin dejar de doblar la ropa que considera que está lista para entregar, comenta con María, otra abuela de 77: “Entonces, ¿viene tu hijo a ponerme el toldo? Es que lo necesito ya y si él no tiene trabajo y yo me puedo ahorrar un poquito, favor por favor”. Ambas llevan más de veinte años colaborando con El Pato amarillo. Son de las fundadoras. Empezaron ayudando a los chavales y ahora son las que clasifican la ropa, la de niño, la de mujer, cosen bajos, botones… En torno a esa mesa que huele a suavizante de ropa, las abuelas y las más jóvenes comentan no sólo sus vidas sino las de la gente que las visita, que cada vez son más y en peores circunstancias: “Empezamos atendiendo a unas treinta familias al mes… Ahora son casi seiscientas, treinta al día, la mayoría españolas y la mayoría de clase media que ha caído en las garras de la crisis…”

Clasificando la ropa

La tarde es un goteo de gente. Se escucha de todo.

-¿No tienen nada negro? Es que estoy de luto…

 Yoli tiene 40 años y busca chaquetas negras para una mujer que ha aguardado su turno en la cola y necesita ropa. “Sólo cogemos gente con carta de su asistente social y gente que no tenga recursos” me cuenta enseñándome las fichas del registro. “Les hacemos firmar que han venido, los que más han aumentado son los que ya no cobran nada. Sobre todo nos piden comida y ropa, aquí haría falta más gente para llamar por teléfono a empresas, buscar alimentos… Mi madre y muchas de las abuelas que están aquí son pensionistas y cada una tenemos nuestras familias y casas que atender…”.

En el mostrador siempre hay familias recogiendo ropa o comida

Por el día atienden a su entorno, van a Mercamadrid si algún familiar se presta a llevarlas, se buscan la vida… “Allí nos dan lo que no envían a las empresas, los desperdicios… Esta semana, por ejemplo, hemos tenido que limpiar las piñas que nos trajimos y tirar la mitad…” dice Eugenia, de 86 años, la más pizpireta de todas que no deja de entrar y salir colocando cosas. “Tengo 7 bisnietos” asegura mientras agita el abanico, “pero les veo poco”. Eugenia no para de hablar con unos y con otros: “nena, no te puedes quedar en el pasillo, estoy colocando ropa y metiendo fruta, que hoy nos han traído…”. “En las buenas épocas nos han llegado a traer de todo: yogures, queso, en las tiendas ya no dan tanto como antes. También viene mucha gente a pedir trabajo y hasta dinero o hasta pantalones de marca! Quieren hasta ayuda para mantener a sus hijos y ropa nueva!. Pero lo peor es que nunca terminas de sacarles del hoyo…”.

Entra un señor muy mayor con una bolsa llena de trajes que ya no le sirven. Se acerca a Yoli y le dice si tienen trabajo para un yerno suyo que está en paro. Le contesta que no contratan a nadie, que son voluntarias, que son pensionistas y que sólo se dedican a ayudar, “si hasta nos estamos planteando cerrar…”.  El propio hombre es voluntario en el Hospital 12 de octubre.

Hasta ahora nunca había habido estanterías vacías en la sede

Entran dos mujeres. Gloria es madre soltera. Tiene un niño de seis años, vive  con una pensión no contributiva, necesita ropa y comida: “Antes iba a Cáritas pero los servicios sociales cada vez dan menos porque tienen menos… Va a llegar un momento que no sepamos a dónde ir”, nos dice.

Aurora tiene cuatro hijos, les desahuciaron en febrero, cobra 530 euros como única ayuda para todos. “He trabajado limpiando y vendiendo chatarra.  Hemos llegado a estar deokupas toda la familia en una casa que estaba vacía… ¿La frase que más escucho aquí y en todas partes? Hoy no hay comida. Estamos desesperados. Gracias a estas abuelas vamos tirando, ellas son muy buenas…”.

A pesar de que lo que ven cada tarde no deja de entristecerles, en torno a la mesa no falta alguna salida ocurrente de Adoración o Eugenia. “Somos pensionistas y cada una paga cinco euros al mes para gastos comunes como la estufa o podernos tomar un café… ¿Tú has visto a algún tonto que trabaje y pague por trabajar? ¡Pues esas somos nosotras!” Las demás ríen. Si no fuera por esos cinco euros mensuales y por las ayudas de ONG como Olvidados.org, Cruz Roja, Banco de Alimentos y mucha gente anónima que acude a la calle Salado a llevarles ropa o comida, este local tendría que cerrar y familias que algún día fueron de clase media y tuvieron trabajos, tendrían que peregrinar un poco más en busca de ayuda.

María y Adoración trabajando

“La gente es muy agradecida. Por ejemplo, una chica a la que ayudábamos que no tenía nada, cuando cobró los cuatrocientos euros nos trajo un regalo. La gente que no tiene nada suele agradecérnoslo como puede”.

“Algunas personas hasta nos traen ropa de cuando sus seres queridos han hecho el viaje final y aquí la dejamos como nueva” me dice Pilar en bajito.

Ya son las ocho de la tarde, hora de cerrar  y todavía está lleno el local. Nunca se van a su hora. Ellas saben lo que es necesitar la ayuda de los demás y tener las puertas abiertas.

 

http://periodismohumano.com/cooperacion/atendemos-a-casi-seiscientas-familias-la-mayoria-espanolas-que-en-su-dia-fueron-de-clase-media.html

Resistencia

Publicado: octubre 4, 2012 en ACTIVISMO, MOVIMIENTOS SOCIALES

17.09.2012 · · Rocío Muñoz
Laura Calderón, portavoz del Sindicato de Estudiantes de Sevilla, denuncia la falta de oportunidades de la juventud andaluza por las políticas laborales y de recortes del Gobierno central
Apunta a que el hecho de que los jóvenes no trabajen, ni estudien, se debe a las dificultades de acceso a etapas educativas sobre todo superiores, que se han encarecido con las últimas reformas educativas

Manifestación de estudiantes contra recortes en educación. Barcelona, Mayo 2012. (Daniel Ochoa De Olza / AP)

España tiene el mayor porcentaje de población joven de Europa que ni estudia ni trabaja. En concreto, el informe Panorama de la Educación 2012, elaborado por la OCDE, señala que casi el 24 por ciento de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estaba empleado ni cursaba estudios en 2010. Es el porcentaje más alto, solo superado por Israel.

Entre 2008, el año en que comenzó la llamada crisis, y 2010, la tasa de jóvenes en esta situación subió siete puntos. Todo esto cuando el 55 por ciento de los menores de 25 años en Andalucía no encuentran trabajo. La peor cifra de paro juvenil en nuestra comunidad desde 1994.

Y a la vez, este curso ha comenzado la aplicación de nuevas tasas que recoge que cada alumno o alumna pague hasta 540 euros más por la primera matrícula universitaria. Pero además, se elevan las penalizaciones para el alumnado repetidor, que podrían llegar a asumir el cien por cien de una plaza, es decir entre 5.000 y 7.000 euros, según las propias cuentas del Ministerio de Educación.

http://periodismohumano.com/economia/tiene-opcion-la-juventud-espanola-de-no-ser-ni-nis.html

 

12.09.2012 ·
Rodear el Congreso y provocar la dimisión del Gobierno. Defender los derechos de los trabajadores. Mantener la asistencia sanitaria para todos. Denunciar el origen privado de la deuda pública. Recuperar las ayudas para la minería.
Los objetivos y las fechas se entrecruzarán en numerosas manifestaciones los próximos meses, reclamando medidas diferentes ante la crisis a las que proponen el Gobierno y las instituciones financieras.

Asamblea del 15M en Madrid en 2012 (Javier Bauluz)

En un ambiente en el que sólo parece que van a llegar malas noticias. Con un desempleo creciente, anuncios de más recortes en prestaciones, y la hoja del “rescate” financiero pendiendo sobre el presente del país, se multiplican las convocatorias de protestas por parte de distintas organizaciones y movimientos sociales. Éstas son las principales acciones previstas para el que se anuncia como el otoño más caliente de los últimos años.

 #15S. La sociedad civil reclama un referéndum

El próximo 15 de septiembre más de 150 organizaciones sociales, sindicales y políticas se han citado en Madrid para mostrar su rechazo a las decisiones del Gobierno en materia económica, en particular a los recortes en prestaciones, el aumento del IVA, y en defensa del sector público.

Impulsada por los sindicatos CC.OO. y UGT, y bautizada como “Cumbre Social” por los convocantes, en esta plataforma está representada buena parte de la sociedad civil del país. Desde numerosos sindicatos, asociaciones profesionales y organizaciones  de ámbitos como la sanidad, la discapacidad o el ecologismo. Todos ellos solicitarán formalmente al Gobierno la celebración de un referéndum sobre los recortes presupuestarios que no figurasen en el programa del Partido Popular en las últimas elecciones.

Si los “centenares de miles de manifestantes” que prevén los convocantes que acudan a Madrid no convencen al Gobierno de Rajoy, la Cumbre Social estudia un nuevo calendario de movilizaciones y la celebración de una consulta popular sobre las medidas económicas durante la segunda mitad del mes de octubre.

Además, desde los sindicatos mayoritarios no descartan una “huelga general ciudadana” convocada a través de esta plataforma de organizaciones que no se limite a los lugares de trabajo. Aunque hasta ahora no se ha concretado en qué consistiría esta iniciativa.

Por su parte, esa misma mañana, varios sindicatos alternativos  junto a algunas asambleas locales del 15-M han convocado una marcha bajo el lema “No es una crisis, es el capitalismo” que realizará otro recorrido de protesta por el centro de la capital. 

#25S. Ocupa, toma, rodea, rescata… el Congreso

El #25S es seguramente la convocatoria más ambiciosa, y la que más rumores y debates ha despertado. También la única que cambia, por días, a medida que se acerca la fecha del 25 de septiembre. De un primer manifiesto en el que se proponía conseguir la “dimisión del Gobierno” y la “disolución de las Cortes”, se ha pasado a unos objetivos más generales y menos inmediatos. De los primeros “ocupa” y “toma” el Congreso, se ha pasado a expresiones menos rotundas como “rodea” o “rescata”. Sin embargo, el núcleo de la acción, manifestarse  frente al Congreso de los Diputados, se mantiene intacto.

La acción fue convocada por la, hasta entonces desconocida,  Plataforma en pie. En un inicio se rumoreó la implicación de grupos de extrema derecha. Se criticó que no se dejara claro el carácter pacífico de la acción y sus similitudes con el 23-F. El movimiento 15M parecía dividirse frente a esta propuesta que no había salido de ninguna de sus asambleas.

En agosto, tras varias reuniones entre miembros de “En pie” y activistas mayoritariamente del 15-M se crea la Coordinadora 25S, que desde el comienzo adopta un método de trabajo asambleario y abierto, subraya el carácter pacífico de la protesta, y despeja las dudas sobre la participación de la extrema derecha. Esto permite que con el paso de los días se unan otros colectivos, entre ellos numerosas asambleas locales del 15-M.

Para una de las participantes en esta coordinadora se está “trabajando a contrarreloj” para la “redefinición  de los contenidos”. Según ella, los objetivos de la acción son los mismos que al comienzo, pero ahora con una “visión más humilde y más realista”, y  teniendo en cuenta “al resto de la ciudadanía”.

“Para generar un cambio hay que pensar en un proceso”, explica. El 25S se convertiría así en un “comienzo de acciones”, antes que una protesta indefinida en forma de ultimátum “hasta conseguir la dimisión del Gobierno y la apertura de un Proceso Constituyente”, como rezaba el primer manifiesto.

“La idea de ‘Rescata el Congreso’ es que nos han secuestrado la soberanía entre el Gobierno, los mercados y Troika. Nuestra función [con esta protesta] es airearlo, para conseguir un modelo participativo”, cuenta esta activista.

Para seguir la evolución –incesante- de la protesta, conviene no perder de vista las páginas de la Plataforma En pie y de la Coordinadora 25S, y sus respectivas cuentas de Twitter: @ocupaelcongreso y @Coordinadora25S.

 #13-O. La cacerolada global

Un año después del 15 Octubre, la primera marcha mundial del movimiento Occupy (versión internacional del 15-M), ha convocado para el próximo 13 de octubre una “cacerolada global”. En Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos y Australia ya se están preparando importantes manifestaciones, y por el momento en España ya se trabaja en las de Madrid y Barcelona.

La protesta ha sido bautizada internacionalmente como #GlobalNoise (#RuidoGlobal)  y supone el último esfuerzo del movimiento “Occuppy” para llevar a cabo reivindicaciones coordinadas en todo el mundo. Como dice el manifiesto, la intención es hacer tanto ruido que “la frustración y el malestar que alcanza escala global” sea “difícil de ignorar”. En este mapa se pueden ver las ciudades -por el momento sobre todo europeas- donde distintas asambleas y colectivos están preparando sus cacerolas para el 13-O.

Emma, miembro de la plataforma  por la Auditoría  Ciudadana de la Deuda en Barcelona adelanta que probablemente en España la protesta tendrá como lema “No debemos, no pagamos”, concentrando así en el origen de la deuda pública la crítica a la gestión financiera de la crisis en Europa. ”El 13-O se trata de una protesta global, pero siempre tendrá los colores propios de cada país”,  comenta.

En España,  en torno al 13-O se trabajará en la propuesta de un “Plan de rescate ciudadano”, que junto al de la deuda pública incluya reivindicaciones en otros temas como la vivienda, la educación, la sanidad, la renta básica, la democracia y la defensa de los derechos. “Porque al final todo está relacionado”, concluye Emma, pero siempre tendrá los colores propios de cada país”,  comenta.

Espera en la mina

Por su parte, el sector de la minería, uno de los más activos durante el verano, aguarda una decisión por parte del Gobierno para decidir si vuelven definitivamente a sus puestos de trabajo o retoman las protestas que protagonizaron en los últimos meses.

El secretario general de Comisiones Obreras en la empresa pública UNOSA, Jaime Martínez, aguarda a que desde el ministerio de Industria, Energía y Turismo se les convoque a la Comisión de Seguimiento del sector antes del próximo día 15. “Si ellos no nos convocan, va a haber movilizaciones”, adelanta Martínez, quien asegura que en ese caso ya hay preparado un calendario de protestas. Sus objetivos pasan por el cumplimiento del Plan General de la minería y el mantenimiento de la producción.  “Con las cifras actuales no llegamos a 2018 ni de broma”, resume este sindicalista.

Las que no han dejado de convocar actos son las Mujeres del Carbón en Lucha. Raquel, participante de esta plataforma en Asturias, comenta  que desde su creación hace 3 meses no han bajado los brazos un minuto. En estos momentos preparan el viaje a Madrid para apoyar la Cumbre Social del 15-S, y una nueva marcha nocturna a la localidad de Santa Bárbara el próximo día 28.

“Pretendemos que la gente no se olvide del problema, porque aquí no se ha solucionado nada”, lamenta Raquel.  Tras una reunión con sus compañeras de 4 horas, esta mujer describe un panorama desolador: mineros despedidos después de la huelga,  y otros que trabajan en contratas pero no cobran. “Que se nos siga viendo y escuchando”, es la esperanza de Raquel para evitar el cierre de un sector del que dependen comarcas enteras.

El SAT, la educación, y el #derechoacurar

Aunque todavía no se hayan fijado acciones concretas, parece claro que algunos  sectores y organizaciones convocarán nuevas protestas en las próximas semanas. Entre ellas, el Sindicato Andaluz de Trabajadores con sus marchas y ocupaciones simbólicas, que tanta repercusión mediática consiguen.

En el sector educativo, por el momento el Sindicato de Estudiantes ha convocado para los días 16, 17 y 18 de Octubre una huelga general en contra de los recortes y en defensa de la enseñanza pública en todos los centros de estudio. Además, se esperan nuevas convocatorias de protesta por parte del profesorado según la situación en las distintas Comunidades Autónomas.

Por su parte, asociaciones de profesionales y pacientes se están movilizando particularmente contra la reforma sanitaria que deja sin asistencia a los inmigrantes sin papeles. En los últimos días estas protestas se han articulado a través de la campaña #derechoacurar de la ONG Médicos del Mundo. Por el momento no está prevista una manifestación en todo el país contra esta reforma.

http://periodismohumano.com/sociedad/libertad-y-justicia/calendario-de-un-otono-caliente.html

Los movimientos en defensa del agua tuvieron un protagonismo renovado en la Cumbre de Río +20. La justicia ambiental es el nuevo marco teórico en el que se debate la realidad social. Florencia, la próxima parada del movimiento alternativo por el agua en Europa, aguarda ya a la vuelta de la esquina

 

10.09.2012 ·  · Jairo Marcos

 

Una muestra fotográfica fue el cebo del pabellón azul, que acogió a los movimientos en defensa del agua durante la Cúpula dos Povos. (J. Marcos)

En el pabellón azul. Allí estaban los movimientos en defensa del agua. Tenían su propio espacio, color y voz. Pero el agua, como eje esencial de la vida, estaba presente en cada una de las tiendas o pabellones de la Cumbre de los Pueblos, celebrada en Río de Janeiro de forma paralela a la Conferencia de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible. Si se hablaba de multinacionales, se hablaba de agua; si se hablaba de pueblos originarios, se hablaba de agua; si se hablaba de economía verde, se hablaba de agua. El agua lo empapó todo, pero no fue protagonista.

A unos 20 kilómetros de la playa do Flamengo, sede de la cumbre alternativa, los líderes políticos de todo el mundo, con alguna excepción notable, se reunieron para abordar el futuro de la Tierra. Un futuro que se ahogó en el pasado, en el retroceso y la parálisis. En temática de agua, donde se habían conseguido avances en el seno de Naciones Unidas como el reconocimiento por la Asamblea General del derecho humano al agua, la mercantilización recuperó terreno. “Reconocemos que el agua es un elemento básico del desarrollo sostenible pues está estrechamente vinculada a diversos desafíos mundiales fundamentales”, recoge la declaración final auspiciada por la ONU. Es decir se perpetúa el desarrollo sostenible (el crecimiento con disfraces) como herramienta para erradicar la pobreza y superar los problemas que los seres humanos causamos al medio ambiente. Y el agua debe estar ahí, no como elemento, sino como recursos del que exprimir más beneficio económico para unos pocos.

“Reconocemos que la economía verde, en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, mejorará nuestra capacidad para gestionar los recursos naturales de manera sostenible con menos consecuencias negativas para el medio ambiente, mejorará el aprovechamiento de los recursos y reducirá los desechos”, se jactan en la resolución final, obviando que la economía verde se anunció hace 20 años, también en Río de Janeiro, y que los resultados a simple vista, coinciden los expertos antes la ausencia de evaluaciones oficiales, son nulos.

La brisa es otra junto a la playa. “Rechazamos (…) sus propuestas de la ‘economía verde’ que tratan de poner un precio a la naturaleza y al agua, su comercialización con el pretexto de la sostenibilidad, el desarrollo, la eficiencia y la reducción de la pobreza”, recoge la declaración final del pabellón azul, que hizo un texto aparte de las conclusiones de la Cumbre de los Pueblos porque no incluía todas sus reivindicaciones.

La justicia ambiental protagonizó una de las demandas de la manifestación por las calles de Río de Janeiro. (J. Marcos)

Las conversaciones fluyen largas e interesantes en este rincón del escenario altermundista, con el olor de mar de fondo. “No podemos decir que hay una derrota de Río +20. Ellos querían un documento que no dijera nada porque, de lo contrario, hubieran tenido que hacer cosas”, considera Renato di Niccola, dirigente del Foro Italiano del Movimiento del Agua, que ofrece un análisis muy de la realidad. “Si te lo dice Fauchon [Loïc Fauchon, presidente del privado Consejo Mundial del Agua], te lo dice la Coca-Cola, te lo dice la Nestlé… no es una derrota, es lo que ellos querían, dar una imagen de cierto tipo de debilidad porque no han producido nada, pero en realidad han garantizado sus intereses”, añade intentando que sus palabras sean más didácticas que informativas.

La dialéctica sí salió bien parada de Río, pues en ambos bandos, o mejor dicho, en ambas orillas, las grandes palabras fueron las ganadoras. Aunque quedaron cargadas de matices bien distintos: la fuerza y el empeño de un mensaje transformador, frente a una retórica pantanosa sin desembocadura. “La Cumbre oficial está metida en una discusión de palabras vacías. Desarrollo sostenible tuvo éxito hace 20 años pero es contradictorio porque decir ‘desarrollo’ es hablar de crecimiento y eso no puede ser sostenible. Ahora hablan de economía verde, pero una economía que crece y que sea verde tampoco es posible”, apunta el catedrático de Economía Joan Martínez-Alier.

Del derecho al agua a los derechos del agua

Si por un lado regresaron las palabras vacías, por el otro se avanzó en lo que se denomina justicia ambiental. En la justicia del agua, se podría decir a modo de titular. “Tenemos derecho al agua pero también hay derechos del agua”, sostiene di Niccola añadiendo un nuevo dato de análisis. “Es fundamental, la cuestión más grande que se ha elaborado en Río: pasar de la cuestión de los bienes comunes al hecho de que el agua tiene un derecho por sí misma, que la Tierra tiene un derecho por sí misma. Esto nos debe forzar, y no sólo conceptualmente, a conectar ecología con justicia, ecología con lucha de clases”.

La conversación llega al pabellón azul, donde espera a Periodismo Humano uno de los mayores expertos en temática de gestión de agua, Pedro Arrojo. El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza habla del pasado y cómo los temas de agua han estado siempre fuera de las agendas internacionales, incluso cuando se discute sobre cambio climático, que es agua se mire por donde se mire.

“Incluso la mujer de Obama fue comisionada para intentar incluir el tema en Copenhague [XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada allí en 2009]. Pero la agenda está blindada, y por lo que se ve aquí sigue igual”, recuerda Arrojo, curtido en mil batallas y anécdotas que rememora junto a Nicola. En Río la agenda del agua estuvo cortada. Fue un Río seco. “El Gobierno brasileño, en un inicio, aceptó meter por primera una cuña vez de agua, pero sus asesores son los brasileños que hay en el Consejo Mundial del Agua, que es el lobby privado”. ¿El resultado? Un texto blando, una vez más. “Reafirmamos nuestros compromisos relativos al derecho humano al agua potable y el saneamiento, que ha de hacerse efectivo gradualmente en beneficio de nuestra población, respetando plenamente nuestra soberanía nacional”, recoge la declaración oficial, criticada por muchas delegaciones pero finalmente firmada pro todas las presentes.

En la Cúpula dos Povos, el periodista y activista italiano Giuseppe De Marzo levantó la voz ante un auditorio a reventar que escuchaba su clamor a favor de la unión entre justicia y sostenibilidad. El calor y la humedad brasileña no frenaron la atención del público. Tampoco el ruido ensordecedor de los helicópteros que aquellos días tapaban Río, vigilantes. “Para avanzar, más que resistir, necesitamos una relación nueva entre justicia y sostenibilidad. Esto significa trabajar para alcanzar no sólo la justicia ambiental y social, sino también la ecológica (…) La justicia ecológica y el reconocimiento de los derechos de la naturaleza deberían dar un golpe mortal al modelo jurídico capitalista, que considera la Tierra y sus elementos desarmados como meros objetos a introducir en el mercado”, escribió ya alejado del bullicio de la gente y de los helicópteros.

El agua es un elemento vertebrador. Aúna muchas luchas y por supuesto es básico si hablamos de la justicia ambiental. O de los derechos de la Naturaleza. “Cuando llegas a América Latina se habla de la privatización de una manera más amplia que en Europa, de privatización del territorio, de los recursos hídricos, del río mismo, de la salud, y ahí dentro están los servicios urbanos. Pero en América Latina aparece más el componente territorial”. Continua hablando Pedro Arrojo, quien no escatima en palabras aunque tiene la maleta lista para el regreso: “Yo abogo por la integración en temas de agua. Hay que integrar las visiones de privatizaciones”, concluye.

Y poco a poco se van consiguiendo conexiones y ampliando horizontes; aunque el agua tuviera su propio pabellón; y su propia declaración final. “Hacemos un llamado a la comunidad internacional para la solidaridad y la participación a través de la creación de las instituciones del agua mundiales verdaderamente democráticas, a través de colaboraciones entre entidades públicas; y afirmamos que la creación de una Autoridad Mundial del Agua debe actuar en interés de la humanidad y la naturaleza. Apoyamos la creación de un tribunal penal internacional para el enjuiciamiento de los delitos ambientales cometidos por las corporaciones, gobiernos e instituciones. Nos comprometemos a seguir construyendo redes y nuevas alianzas sociales, ampliando y profundizando nuestras relaciones con los movimientos sociales que luchan por la soberanía alimentaria, el trabajo decente y los derechos laborales, la democracia y la justicia social y ambiental. En particular, nos comprometemos a participar activamente en las campañas por la justicia climática, ya que el agua es un elemento clave para la vida y se ve muy afectado por el cambio climático”.

La justicia ambiental protagonizó una de las demandas de la manifestación por las calles de Río de Janeiro (J. Marcos)

Aquí está la clave. Aunque se habló poco de derecho humano al agua o de gestión, el agua impregna el futuro de las luchas ambientales. “Tanto en Marsella como aquí la integración se ha producido y la maduración de los movimientos se está produciendo aceleradamente”, añade Arrojo. ¿Lo próximo? Una visión ecosistémica, de río. Porque en Río no se habló de ello.

Y en ese futuro cercano aguarda impaciente la ciudad italiana de Florencia, que en el próximo mes de noviembre acogerá la próxima cita del Movimiento Europeo por el Agua. ‘Florencia 10+10’ es el nombre escogido para un evento que recordará el lugar donde hace precisamente diez años el demos europeo celebró su primer Foro Social Europeo. Lo dejan claro desde sus primeros comunicados oficiales: “Queremos ser parte de una construcción en curso”.

 

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